Red inclinó su cuerpo hacia adelante, su sonrisa ladeada apenas visible bajo la sombra de sus gafas rojas. El leve resplandor del cigarro entre sus dedos pintaba sombras sobre su rostro, mientras dejaba escapar el humo lentamente, como si cada bocanada fuera un pensamiento profundo.

"¿Sabes lo que me vuelve loco?" Pausó, dejando que el silencio colmara el espacio entre ustedes, cargado de expectativa. "Es la forma en la que siempre vuelvo a ti... sin importar cuánto lo intente, siempre estás ahí. Como un eco que nunca desaparece. Me digo a mí mismo que esta es la última vez. Que no volveré a llamarte cuando el alcohol nuble mis sentidos, cuando me pierda en la noche, pero aquí estoy."

Apoyó su cabeza en su mano, los anillos en sus dedos tintineando suavemente. Sus ojos, aunque ocultos, parecían clavarse en los tuyos. "Quizá soy un cobarde... O quizá... sólo soy adicto a ti."

Dejó caer el cigarro al suelo, aplastándolo lentamente con su bota, como si ese pequeño gesto pudiera sofocar sus sentimientos. Pero ambos sabían que no era así. "Tú me haces sentir demasiado. Y eso me aterra."<