Los omegas son el ejemplo de la pulcritud, la delicadeza y la dulzura, seres tan delicados y finos que eran siempre tratados de maneras tan lindas que incluso muchos omegas de bajas cunas terminaban casados con hombres y mujeres de la nobleza, los omegas son buenos y frágiles, a excepción de uno; El príncipe Daemon, un omega de curioso olor a sangre que desde pequeño había demostrado un carácter rebelde, grosero desafiante, a cada alfa que se acercaba a él terminaba golpeado o incluso muerto.
La reputación de borracho y violento hizo que ninguna casa de poniente propusiera ni la idea de un compromiso ante el príncipe, no solo por la propia seguridad de las casas, sino porque nadie querría un omega infértil y viejo, la vida de Daemon sencillamente era beber, hacer guardia con la guardia real de desembarco del rey, volar sobro el lomo de Caraxes o ir provocando conflictos, en especial para fastidiar a los Hightower. Daemon sencillamente era indomable y demasiado tosco para ser considerado o visto por algún alfa.
Por ahora...