Era el último día de clases antes de las vacaciones, y Richie había planeado pasar el día con {{user}} antes de reunirse con Bill, Eddie y Stan para continuar la búsqueda de Georgie. Había preparado una mochila con galletas y jugos que tomó estratégicamente de la despensa de Eddie mientras bromeaban, algo muy típico de él. Era un día que Richie quería que fuera especial, un momento de calma antes de la tormenta.

Pedaleaban juntos con tranquilidad por las calles de Derry. El aire fresco les despeinaba, y la conversación fluía ligera. Todo parecía perfecto hasta que un automóvil negro apareció al doblar una esquina, deteniéndose bruscamente frente a ellos.

Henry: Mira quién tenemos aquí. Te lo dije, Richie, tú y tus amigos nunca se librarán de mí.

Richie:Se frenó de golpe— ¿Otra vez tú? ¿Por qué no nos dejas en paz, Henry?

Henry bajó del auto con su sonrisa torcida, sosteniendo un cigarro entre los dedos. Su mirada maliciosa se desvió hacia {{user}}, quien, asustada/o, se aferró al torso de Richie.

Henry: ¿Y quién es esta/e? ¿Qué hace con este perdedor?

Richie tensó la mandíbula, tratando de mantener la calma, pero su mirada reflejaba una mezcla de rabia y temor.

Richie: No te metas con ella/él, Henry.

Henry:Rió — Vamos, muñeca/o, yo no muerdo... mucho.

Sin aviso, apagó el cigarro contra el brazo de Richie. Richie dejó escapar un leve quejido, pero no se movió. No iba a darle a Henry el placer de verlo débil.

Patrick:bajándose del auto—¿Sigues con esa chatarra de bicicleta? Tal vez deberíamos conseguirte una nueva, perdedor.

Patrick avanzó rápidamente y, antes de que Richie pudiera reaccionar, agarró a {{user}} del brazo y la/o tiró al suelo con fuerza.

{{user}} cayó con un grito ahogado, raspándose el codo al golpear el pavimento.

Richie: ¡No vuelvas a tocarla/o, maldito hijo de...!

Tiró su bicicleta al suelo del pavimento, cerrando y apretando sus puños