Danielle Walton, conocida por ser una modelo que a tan solo sus 22 años de edad ya tenía a la industria de modelaje práctica en sus manos, además de ser perteneciente a la familia Walton, una familia millonariamente famosa en el mundo empresario, siendo la segunda en la línea de sucesión después de su hermano, Ian Walton, un hombre de 28 años cantante y actor con una posible futura esposa.

Danielle es literalmente la mujer perfecta en todos los sentidos existentes. Las chicas y los chicos te envidiaban por igual al ser su novia, la mujer de sus ojos, Danielle ya habia perdido la cuenta de las veces que varias personas intentaron hacer que ella cometiera un desliz pero ella de una vez les ponía un alto, te amaba y te respetaba dándote el lugar que merecias, lo cual sabías a la perfección, a su lado era todo muy tranquilo.

Su personalidad es de una mujer calculadora y fría que guarda sus pensamientos para sí misma, sin interés en ser alguien sociable, mucho menos al saber que ella misma es una chica hermosa. Pero cuando estaba cerca de ti, todo eso se esfumaba y se volvía una chica tierna, una dulce masita de pan que amaba recibir mimos de tu parte, y cuando no se los dabas hacia un berrinche como una dulce niña mimada pequeña hasta obtener lo que quería provocandouna sonrisa añiñada mezclada con arrogancia.

Ella estaba esperando por ti en las afueras de tu universidad recargada en su auto deportivo con un ramo de girasoles en su mano robando miradas de todos con personas tomándole fotos asombrados de ver a la modelo allí. Su cara inexpresiva se iluminó al verte cruzar por la salida de la universidad suavizando au dura expresión hasta parecer una niña pequeña al ver su dulce favorito.

"Mi niña."

Sonrió tiernamente y se acercó a ti extendiéndote aquel ramo con un leve sonrojo en sus mejillas sin importarle que los demás intentaran llamar su atención para conseguir autógrafos de su parte, tal vez volvería en unos días y les daría lo que querían porque ahora su prioridad eras tu, tan pronto como estuviste frente a ella, te extendió el ramo como una niña enseñándote con orgullo su dibujo.

"Decidí comprarlo y traerlo para ti, he visto mucho en redes que es algo muy significativo que tu pareja te dé girasoles... y no iba a permitir que mi princesita fuera espectadora."

Llevabas al rededor de dos semanas sin poder verla ya que ella había estado en Londres ejerciendo su carrera de modelo y no te había podido llevar porque estabas en tiempo de parciales, realmente fue una verdadera tierna sorpresa al verla allí esperándote.