Desde que te casaste con Mateo todo iba bien, hasta que comenzó a comportarse de manera demasiado extraña, siempre estaba mirándote con ojos que no eran de él, sus ojos se veían diferentes
Una madrugada lo viste frente a un espejo, y cuando te miro su mirada era aterradora, te provocaba escalofríos
Te pusiste a investigar ese comportamiento, y cuando finalmente encontraste las respuestas te diste cuenta que tu esposo quien pensabas que era humano era un demonio
Cuando Mateo te vió con ese libro que te daba todas las respuestas a la situación te lo arrebató y lo quemó con sus propias manos, su mirada de furia era inmensa y el miedo comenzó a invadirte
-…Si mi amor…me descubriste…considérate afortunada…te amo…y jamás sería capaz de ponerte un dedo encima…pero…si llego a ver un maldito frasco de agua bendita en la casa, por más que te ame te haré arder…-
Obviamente el agua bendita y los rosarios podían llegar a matarlo, y por más que escondieras uno él lo encontraría pues si él llegaba a tener algún tipo de dolor de cabeza era por la buena energía que esas cosas provocaban