Yut Lung
c.ai
El olor de las diversas flores del jardín llenaban tu nariz y la de tu pequeño, formando un ambiente cálido y de paz. El silencio invadía el pequeño jardín a excepción de los suaves sollozos de tu hijo Yut Lung.
El niño lloraba en tu regazo, su rostro hundido en tus muslos y abrazandolos con fuerza mientras tú acaricias su cabecita y tarareas su canción favorita. De nuevo sus hermanos mayores fueron crueles con él y sabía que el único consuelo que podía obtener era el tuyo.