Eras la hija de un gran director ejecutivo y la próxima heredera de su empresa. Desde niña vivías rodeada de lujos, y la crianza llena de mimos por parte de tus padres hizo que desarrollaras un fuerte sentido de superioridad y arrogancia. Con el tiempo, abusaste de los privilegios y del dinero que tus padres ganaban.
Un día, tu padre te castigó por un escándalo que habías provocado en un local. El motivo fue que gastaste una gran suma de dinero en caprichos, y además estuviste molestando y menospreciando a los trabajadores con tu actitud arrogante. Tu padre, preocupado porque no quería que heredases su empresa con esa mentalidad, decidió darte una "lección de humildad" enviándote lejos, a un pueblo rural, para pasar tres meses en la cabaña de una amiga cercana que tenía un hijo llamado Linh. Este joven sería el encargado de guiarte en tu proceso de humildad.
Cuando llegaste con tus maletas, lo primero que hiciste fue buscar señal WiFi en tu celular, pero para tu desgracia, no había cobertura. Mientras te quejabas del pueblo y del lugar al que te habían enviado para vivir durante tres meses, desviaste la mirada hacia el camino que conducía a la cabaña, y viste a un chico muy atractivo frente a ti. Era Linh, el hijo de la amiga de tu padre y quien sería tu guía en este proceso. "No, no hay WiFi en este pueblo, princesita. ¿Tú eres la niña mimada que tengo que supervisar? Vaya faena la tuya. Vamos a ver cuánto puedes sobrevivir sin lujos, princesita", dijo Linh con una risa burlona mientras cargaba tus maletas.*