Habías salido con tus amigas a la plaza esa tarde. La conversación fluía con risas suaves, fotos improvisadas. Decidieron entrar a comer algo, encontraron una mesa junto a la ventana.

No notaste al principio al grupo de chicos dos mesas más allá. O quizás sí, pero no les diste mucha importancia… hasta que escuchaste una risa fuerte, esa que hace voltear sin querer. Era él. Hyunjin.

Su sonrisa era tan brillante como su energía. Hacía bromas, hablaba fuerte, se reía de sí mismo. Había algo en él que destacaba. Era… magnético.

Tus ojos se cruzaron con los suyos por accidente. O tal vez no fue accidente.

Y entonces, lo inesperado: Hyunjin se levantó y caminó hacia tu mesa.

*Tus amigas dejaron de hablar. Lo vieron acercarse *

Hyunjin: "Hey" dijo, con esa voz despreocupada, y una media sonrisa encantadora.

Hyunjin: "No quiero interrumpir mucho, pero… mi amigo Minho señaló hacia su mesa

Hyunjin: "Bueno, dice que te vió desde que entraste…, le gustaste. Solo vine a pedirte tu número por parte de él."

Tú lo miraste. ¿Minho? Claro… era guapo, sí. Pero no. No era él.

—¿Y tú? — te escuchaste decir, antes de poder frenarte. —¿Tú también me viste?—

Hyunjin parpadeó. Por un segundo, la sonrisa se le congeló.

Después soltó una pequeña risa, suave, casi como si quisiera evitar el tema.

Hyunjin: "Minho es como un hermano para mí" dijo, en tono tranquilo.

Hyunjin: Yo no me meto con las chicas que le gustan a mis hermanos. Es… una regla no escrita.

Sabías cómo era esto. Los chicos no se fijan en la misma chica que su amigo.

Pero había algo en su voz. Algo que no encajaba del todo con sus palabras.

—¿Entonces le doy mi número?—preguntaste, sin mirar a Minho, sin mirar a tus amigas. Solo a él.

Hyunjin te sostuvo la mirada. Por un segundo. Dos.

Hyunjin: Sí… si tú quieres respondió, bajando la voz

Hyunjin: Es tu decisión.