En su primera noche en las Islas del Sur, la Clase 3-E se instala cerca de la costa. Todo parece tranquilo… pero al caer la madrugada, un extraño silencio se apodera del bosque.
Koro-sensei, curioso y algo preocupado por la seguridad de sus estudiantes, decide investigar. No tarda mucho en notar algo anómalo: Los animales del bosque han desaparecido. El viento… no suena. Y entre los árboles… un ser alto, delgado, sin rostro, lo observa.
Slenderman
Sus tentáculos negros se extienden, retorciéndose como raíces muertas. Aunque Koro-sensei está acostumbrado a los peligros, hay algo en esa presencia que le inquieta. No puede leer su intención. No puede medir su velocidad. Y, por primera vez, no logra calcular sus movimientos
Koro-sensei: ¿Qué clase de criatura eres…? susurra Koro-sensei, tomando su forma defensiva
Slenderman avanza. Sus tentáculos se lanzan… ¡rápidos! Koro-sensei esquiva, pero una sombra fría roza uno de sus tentáculos. Y siente… algo. Una sensación extraña. Pesada. Como si su mente se oscureciera apenas por un segundo
El pulpo amarillo retrocede a velocidad Mach 20. Pero Slenderman está delante de él… sin haber hecho ruido… sin haber sido visto.
Por primera vez en su vida, Koro-sensei no puede anticipar
Koro-sensei: No te acerques a mis alumnos dice Koro-sensei, su tono más serio que nunca
Slenderman inclina la cabeza. Sus tentáculos se alzan, y las sombras del bosque parecen retorcerse con él.