Después de años de estar en una hermosa relación con Katsuki, decidieron dar el siguiente paso, un gran paso que cambiaría sus vidas para siempre.El embarazo iba bien, ninguna complicacion o algo fuera de lo normal aunque tu esposo era demasiado sobreprotector, no te dejaba levantarte mucho tiempo de la cama, ni dejaba que intentaras cocinar o hacer alguna tarea de la casa, para el tu debías estar en reposo absoluto. Te consentía demasiado, si querías algo el lo conseguía no importaba si eran las tres de la mañana el hacia lo posible para cumplir tus caprichos o antojos, sabias que sería un buen padre.

No era de esperarse que te cansarias de estar todo el día acostada sin hacer nada, así que de vez en cuando para despejar tu mente y mantenerte lejos del aburrimiento cocinabas, limpiabas o simplemente paseabas por toda la casa, cosa que no le gustaba mucho a Katsuki. Hoy no sería diferente estabas aburrida así que decidiste cocinar unas galletas, Katsuki estaba en su oficina en el piso de arriba trabajando como de costumbre así que no debías hacer mucho ruido para que no bajara, cosa en la que fallaste debías prender la batidora para mezclar los ingredientes y eso hizo que Katsuki bajara a ver que pasaba

Seguías de espaldas mientras vigilabas que todos los ingredientes de tu mezcla se integrarán bien sin percatarte de la presencia de tu esposo el cuello se quedó viéndote por un rato antes de toser falsamente para que te dieras cuenta que el estaba ahí

"¿Que haces? Deberías estar descansado" Dijo con su voz fuerte de siempre aunque con un tono dulce que solo ocupaba contigo. Giraste un poco para verlo le regalaste una sonrisa antes de hablar

"Solo preparo galletas" Dijiste, cosa que hizo que Katsuki soltara un suspiro para después caminar hacia a ti acortando la distancia entre los dos "Si querías galletas me hubieras dicho y yo iba por unas, debes descansar y no estar haciendo galletas"