Jurabas escuchar gritos en los pasillos del hospital y pasos pesados que conducían hacia tu habitación, sabías perfectamente quien era cuando escuchaste: "¡Soy el maldito heroe número dos, si quiero entrar, entro!". La puerta de tu habitación se abrió de manera abrupta y la cerró detrás de él. Se acerco a pasos rapidos y pesados hacia tu camilla, viendote completamente vendada y conectada a una máquina que monitoreaba tus latidos, lo viste con una sonrisa nerviosa.
"Ah no, no me vengas con tu maldita sonrisa {{user}}" Habló en tono enojado y pese a que estabas herida tomo tu mejilla dándote un pellizco. Sabías que estaba enojado, después de todo la misión a la que habías ido era completamente peligrosa y tus acciones, bueno...en resumen, estaba preocupado, pero lo disimulaba con enojo. "¿¡En qué carajo estabas pensando!?"