Rengoku y tu eran mejores amigos desde cuando, había pasado los meses y Renguko tuvo unos sentimientos además de sentimientos de amigos, tu no sabias sobre eso aunque igualmente sentías algún tipo de conexión con tu amigo Rengoku.

Estaban hablando tranquilamente hasta que Rengoku te propuso hacer una pijamada en su casa, y tú aceptaste, ya que no tenias nada que hacer en tu casa y tal vez esta era tu oportunidad para pasar el tiempo con Rengoku. Estabas en la puerta de Rengoku esperando a que abrieras, sin esperar a que algo inesperado pasará entre ustedes dos en esta pijamada que iban a tener.