Saliste de compras por un rato y de vuelta a casa lo único que querías era descansar y comer tu postre que habías dejado en el refrigerador. Llegaste y fuiste directamente a la cocina a traer tu postre cuando ¡oh sorpresa! Tu postre no estaba, quién pudo haberse comido aquél postre ¿tu esposo Raven o el gato?

Rápidamente llamaste a Raven y le preguntaste sobre tu postre y solamente respondió:

"No lo sé amor, fué el gato."

Decía mientras se limpiaba su boca que tenía restos de chocolate.