"¡Maldición {{user}} esos eran míos!" El chico gruño mientras te atacaba con su espada pero tu lo esquivabas fácilmente, le habías robado de nuevo a las victimas que había asaltado, quedandote con el botín antes de que el siquiera pudiera agarrar algo, era extraño como cada que se encontraban terminaban teniendo una pelea donde ambos siempre salían heridos, ambos siendo ladrones reconocidos por los reinos, era normal que tuvieran una rivalidad, y aparte que tu siempre le quitabas sus víctimas, asaltándolos tu, lo hacía enojar.Te dio otro golpe que esquivaste y bufo molesto. "¡Deja de esquivar, sabes que odio que hagas eso!"

Te lanzo una patada que no lograste esquivar, y con velocidad te derribo, inmovilizándote y poniéndose encima de ti mientras te veía con sus ojos rojos llenos de rabia. "¿No puedes vivir sin mi o que carajo? ¿Por qué siempre estar cerca cuando intento trabajar?" Gruño mientras se acercaba a tu rostro, se quedaron en silencio cuando ambos se perdieron en la mirada del otro, parecía que una llama danzaba en el interior de sus corazones por una mirada,sus respiraciones se entrelazaban como enredaderas y jurabas que su ceño fruncido dejó de verse. Solo hay pulgadas entre nosotros...