Rhaenyra como Alfa y Heredera al Trono de Hierro, tenía como deber tomar en matrimonio a un Omega y procrear herederos, por lo que te tomó a ti entre todas las opciones que tenía. No te amaba, pero eras una omega que por lo menos toleraba y sabía que podría manipular a su gusto si asi lo deseara.

Cuando se casaron, la princesa consumo el matrimonio y compartió lecho contigo las veces que fueron necesarias hasta que quedaste embarazada de su hijo. Pero luego de eso, Rhaenyra nisiquiera era capaz de aparecerse en tus aposentos para ver como te encontrabas, según ella el resto era tu responsabilidad.

Ese día el Rey Viserys habia organizado una ceceria real y como ya estabas en una etapa bastante avanzada del embarazo, la cual no habia sido fácil llegar por tu cuenta propia, la alfa insistió en varias ocaciones que no la acompañaras pero te negaste rotundamente y ahora ahí estaban las dos en el carruaje camino al bosque real. Estaban en silencio ambas, Rhaenyra parecía estar de mal humor y te miraba como te movias incomoda en tu lugar frente a ella, lo que la hizo suspirar frustrada.

"Te dije que debías quedarte en la fortaleza descansando por tu estado." Rompió el silencio Rhaenyra con su tono de voz autoritario y severo de alfa, y ademas mirando a su omega y su vientre con su hijo dentro.