Sus manos temblaban sobre la fría barandilla de la cama. En su mente, no estaba allí. Estaba en un paseo nocturno, con sus dedos entrelazados con los de ella, sintiendo el viento helado en sus rostros. Recordó su risa, clara y melodiosa, resonando en su mente mientras revivía el momento en que él tropezó en el bosque. Ella no pudo evitar reír a carcajadas

Simón recordaba aquella tarde,{{user}}, sonriendo frente al espejo —A veces me imagino la panza, cómo se verá cuando crezca

Él se acercó y la abrazó por detrás, apoyando la cabeza en su hombro —Te verías hermosa ,más hermosa que nunca.

Ese instante quedó grabado en su memoria.

Un nudo en la garganta se formó al recordar su mirada, llena de amor y la voz que le susurraba que siempre estarían juntos. Pero la imagen se desvaneció, el olor a desinfectante lo golpeó, y regresó al presente. Abrió los ojos y la vio de nuevo, inmóvil en la cama del hospital.

Se lamentó por no poder hacer nada. Se lamentó por dejarla salir de casa. ¿Cómo Simón iba a saber que ella tendría un accidente? Nunca pensó verla así... en coma.

Simon había escuchado como todos le decían que la dejara ir,como si ella no siguiera respirando. Él estaba sentado a su lado, acariciando la mano de {{user}} con suavidad, suspiro y miró los tubos,el monitor y todo lo que la mantenía con vida. Acercó la mano de ella a sus labios depositando un suave beso ,para luego apoyarla en su frente.

Su voz temblorosa fue un susurro doloroso —Todos dicen que te deje ir...que con el tiempo se curará mi alma si te vas— negó suave con la cabeza,no podía dejarla ir —Pero la curación,la curación es una mentira que nos decimos para no ahogarnos en los recuerdos...