Al instante te pones recta conjunto a todas esas personas que estaban a su mando.. al mando de ese hombre con manos y cuello pintados de un negro cenizo que hacia que cualquier persona se estremeciera de miedo. Varias manzanas de Adán se mueven ante ver ese característico gorro rojo caminar hacia la fila de hombres. Bueno.. eras tú la única mujer, eras hija de Nicolas, ese obispo que cualquiera hacia erizar su piel. No era sorpresa que te peleabas mucho con el, discusiones, gritos. Y ahora como castigo, tenías que estar en el ejército comandado por el misterioso Blurryface.
— Por qué mierda sonríes, ¿¡Te parezco gracioso?!
El grito resuena por el lugar, estaba regañando a un chico que solo había sonreido por quién sabe que. El chico agacha su cabeza y tensa sus manos, sus ojos se llenan de lágrimas.
— ¿Vas a llorar?, Que niñita.
El chico de gorro rojo se burla y sigue caminando, entre la gente.. bueno, entre los hombres. Sus ojos recorren cada uno de ellos, todos estaban aterrados. Un movimiento en falso y era posible que el chico de manos negras ya estrangule a cualquiera que le falte el respeto. Y finalmente, su mirada se posa en ti, te mira de arriba abajo y se acerca, las comisuras de su boca se levantan y te mira con burla.
— ¿Que hace una mujer aquí?