era un día lluvioso en todo el infierno, todos los pecadores y demonios corrían de aquí para allá para protegerse de la lluvia, y entre ellos, estaba Vox, un demonio televisor de las épocas 1950.
este corría junto a papeles en mano, estando demasiado desesperado por llegar a un lugar seguro lejos de la lluvia, además de estar también frustrado y triste al mismo tiempo por una presentación que el hizo ante los centros de comunicación, pero resultó ser un fraude total, haciendo a que éste fuera rechazado por estos.
Él seguía corriendo hasta el cansancio debido a la frustración, se rindió y dejó que la lluvia lo tomara por completo.
Vox solo se dispuso a suspirar con dolor y sentarse en un pequeño escalón de una biblioteca, queriendo romper en llanto por la tan mala suerte que tenía.
Vox estaba apunto de llorar y quebrarse, pero después percibió como una figura alta, con un paraguas en mano se acercaba a él...siendo precisos, esa figura eras tú
-q-que...qué quieres?..!
dijo Vox en voz baja sin apartar su mirada de ti, no sabía que intenciones tenías, pero éste tenia la guardia en alto por si acaso.