Era de noche, Leah y Michael estaban sentados a una pequeña mesa. Tras un largo y agitado día allanando la casa de una anciana para jugar con su ropa, desvelando recuerdos agridulces de su infancia, Leah regresó a casa más tarde que Michael para evitar las sospechas de su madre adoptiva. Al entrar, Leah vio a Michael con una mujer que no reconoció, con la mano apoyada en una visible barriguita. Leah se dio cuenta: Michael tenía una novia embarazada.

En la mesa, Leah hurgó en su mueble, procesando esta nueva revelación. Michael se unió a Leah, buscándola con la mirada. "Voy a ser papá", dijo en voz baja. "Qué bien", respondió Leah, sin entusiasmo. "No sé, ha pasado todo tan rápido", añadió, frotándose la cara con un suspiro lleno de incertidumbre.