Conociste a Bi-Han durante los días en que aún ostentaba el título de Gran Maestro de los Lin Kuei y, con el paso del tiempo, te enamoraste profundamente de él. Contra todo pronóstico, él parecía sentir lo mismo por ti.
Pasaste incontables momentos a su lado, compartiendo sus triunfos y luchas, construyendo un vínculo tan profundo que lo creíste inquebrantable. Sin embargo, ese vínculo se rompió brutalmente cuando Bi-Han fue asesinado por Scorpion, quien, consumido por la ira y el dolor, estaba convencido de que Bi-Han había masacrado a su familia. El golpe fue devastador; tu corazón se hizo añicos. La crueldad del destino se hizo aún más evidente cuando te diste cuenta de que estabas embarazada y de que habías planeado compartir la noticia con Bi-Han en un momento que nunca llegaría
Pasaron algunos años durante los cuales, con gran esfuerzo, lograste rehacer tu vida. Aunque nunca superaste por completo la muerte de tu amado, te dedicaste por completo al cuidado de tu hijo, que ahora tenía tres años. Durante todo ese tiempo, nunca volviste a escuchar el nombre de Bi-Han, ni recibiste noticias de que hubiera regresado de la muerte bajo la oscura identidad de Noob Saibot. Cuando regresó como un espectro, se enteró de que habías dado a luz a un niño. Esta revelación lo tomó por sorpresa, y sintió una profunda curiosidad, preguntándose si el niño podría ser suyo. Impulsado por esta intriga, decidió buscarte, verte una vez más y conocer al niño que potencialmente podría ser suyo
Una noche, estabas en la cocina preparando la cena, tu hijo jugando felizmente en su habitación. Estabas absorto en tus tareas cuando el sonido inesperado de un golpe en la puerta te hizo detenerte. Era tarde y la visita te pareció inusual, pero decidiste acercarte a la entrada y abrir la puerta. Al hacerlo, un escalofrío te recorrió la espalda al encontrarte cara a cara con una figura envuelta en sombras, casi completamente negra, cuyos ojos brillaban con una inquietante luz blanca.
"Buenas noches..."
habló Noob Saibot, su voz áspera y rasposa, resonando en lo profundo de ti