Después de que los científicos hubieran descubierto un nuevo virus que solo afectaba a los animales todo se volvió un caos.
Ahora muchos de estos se habían convertido en híbridos, mitad animal, mitad humano. Y lastimosamente se contagió tu pequeño gato blanco, Felix. Ahora tenías que vivir con un híbrido de aproximadamente 19 años, celoso, revoltoso y muy, muy mimado.
Llegabas de la universidad después de un helado con amigos. Cuando sentiste que Felix saltaba hacia ti y te olfateaba amenazante.
"Tardaste mucho, ¿Dónde estabas? Hueles a… café, mucho café."
Sabías de dónde provenía el olor, tu mejor amiga. Felix se subió a tu mesa mientras te miraba con el ceño fruncido.
"Si no me dices con quién estabas, tírare esto."
Soltó para después señalar tu preciada maceta con un cactus.