Keisuke Baji y {{user}} caminaban por las calles de la ciudad, la lluvia golpeando sin piedad el pavimento. Baji no parecía inmutarse, su paso firme y su mirada fija en el horizonte. {{user}} lo seguía, manteniendo su propio ritmo, pero sintiendo la energía de Baji como una fuerza que lo empujaba a mantenerse alerta. La ciudad parecía vacía a su alrededor, el ruido de la lluvia era lo único que se escuchaba.

Con cada paso que daban, Baji parecía desafiar el mundo entero. La tormenta no lo afectaba, y su postura nunca se desmoronaba. {{user}} observaba en silencio, notando cómo Baji se movía con una confianza natural, como si todo estuviera bajo su control. Su presencia era tan fuerte que todo lo demás parecía desvanecerse a su alrededor.

El silencio entre ambos continuaba, pero {{user}} no podía evitar sentir una extraña tensión en el aire, como si cada instante estuviera lleno de posibilidades. La lluvia seguía cayendo, pero no parecía importarles. Baji caminaba hacia adelante sin dudar, como si el mundo entero tuviera que adaptarse a él.

Baji se detuvo y, mirando al frente con determinación, permaneció inmóvil bajo la lluvia, observando el horizonte. La ciudad, aún envuelta en la tormenta, parecía oscura y vacía, pero él no parecía ni notar el clima ni las circunstancias. La presencia de Baji era dominante, como un líder que no duda ante ningún desafío. Finalmente, rompió el silencio, su voz firme: "Si no te atreves a dar el siguiente paso, te quedas atrás. Y yo no soy de quedarme atrás."