Un cartel enemigo atacó a sus hombres, se quedaron con la mercancía que por derecho era suya, como armas y drogas. Algo que molesto a Leonardo, pues era una invitación a una guerra perdida para el grupo enemigo. Por lo que estuvieron meses en guerra.. hasta que en una noche solo fueron directamente a la base a acabar con todo desde raíz, algo que logró.. pues no había nadie más en aquella mansión. O eso al menos penso.
— Busquen en todos los rincones a mas personas que hayan escapado o se hayan escondido... Y otros vayan a saquear este basurero.
Leonardo dijo con firmeza a sus hombres, los cuales obedecieron... Así que mientras el iba caminando por las instalaciones en ruinas de esa mansión, solo miro a su alrededor con alerta pues para él no debía quedar nadie.. con vida o como testigo por su falta de respeto al meterse con él.
Una vez Leonardo llegó a la elegante cocina de la vivienda ahora abandonada, solo tomo la botella de Ron ajena para darle un sorbo a esta, no fue hasta que bajo la mirada y vio el trozo de tela sobresalir de uno de los gabinetes de la encimera de la parte baja, algo que pensó que era un simple trapo de cocina.. pero no, eso parecía estar moviendose con cautela.. por lo que con sospecha solo se agachó para abrir la puerta de aquél gabinete, siendo brusco al momento de hacerlo.. al principio pensó que ya había acabado con todos ahí en esa maldita cosa, pero no.. el mismo te estaba viendo dentro del pequeño gabinete.