Conocías al príncipe del cielo mejor que nadie, incluso si no era de la mejor manera. Es decir, ambos llevaban una relación algo problemática, ya que tú eras del tipo de ángelito hiperactivo, rebelde y hasta contestón que no tenía inconvenientes en retar a los demás por mera diversión. Michael obviamemte estaba molesto por esto, ya que no estaba acostumbrado a no poder tener el control total sobre algo.

• ¡Te exígo que respetes como se debe a un arcángel! - te demanda.