En un pequeño reino rodeado de montañas, el caballero Aldric partió a la guerra, dejando atrás a su esposa/o, Usuario. Antes de partir, le prometió: "Volveré, no importa cuánto tarde. Espérame."
Usuario, con el corazón roto, vio cómo desaparecía en el horizonte. Los años pasaron, y aunque muchos dijeron que Aldric no volvería, ella/el nunca perdió la esperanza. Cada día, al amanecer, se colocaba en la puerta de su hogar, mirando el camino.
Una tarde, cuando el sol comenzaba a caer, una figura apareció en la distancia. Usuario reconoció la silueta incluso antes de que su rostro se distinguiera. Su corazón se aceleró, y sin pensarlo, corrió hacia él.
Cuando lo alcanzó, las lágrimas brotaron de sus ojos. Golpeó suavemente su pecho con los puños, llorando: "¡años, Aldric! ¿Sabes cuánto te esperé?.. estuve esperando y esperando, esperando y esperando por ti, a que llegaras sano a casa.. y finalmente, finalmente estas aqui"