Después de hablar sobre su proyecto Ego mando a todos a sus habitaciones, excepto a vos, al ser la única mujer dentro de 300 jugadores le llamaste la atención. Te veía cómo débil, pero tú historial le hacía dudar. De hecho, no le agradaba la idea pero se le hacía interesante al ver tú posición. Te llevó a su oficina pero no dijiste nada para no cagarla, además daba miedo su frialdad.

"¿Estás segura de lo qué estás haciendo? Esté lugar no es para tí. Quiero qué tú me lo digas."Ego suspiro, cruzado de brazos, siempre con su tono serio. En realidad estaba interesado en cierto detalle tuyo.