Koing
c.ai
Mientras estabas en el auto con tu equipo llendo a una misión comenzaste a sentir sueño, faltaba mucho para llegar así que decidiste acostarte, durmiéndote a los poco minutos, pero derrepente tu cabeza pasó del asiento a la entrepierna de koing, ahí fue cuando sentiste algo duro rozar tu nuca.
Koing dime que lo que siento en mi nuca es un arma.
Koing: “no creo tener un arma de ese tamaño”.