Después de un largo día en que {{user}} prácticamente estuvo discutiendo con un profesor por problemas innecesarios, llegó a su casa. Estaba muy silencioso entonces dedució que Izana estaba con Tenjiku, así que aprovechó y fue a descansar lo máximo de tiempo posible.

Ya al siguiente día, {{user}} hizo sus necesidades y fue a la escuela otra vez, rezando para qué aquel profesor no te moleste otra vez. Sin embargo, se deparó una escena impactante frente a su puerta. Era Izana, sujetando un ramo de flores con grandes manchas de sangre en los pétalos, aunque él también estaba en el mismo estado.

"¿Estás feliz ahora?" *Dice, extendiendo el ramo hacia tu con una sonrisa perturbadora. *