Desde que tenías memoria tus padres habían planeado casi toda tu vida, teniendo incluso el descaro de planear con quien te casarías.

Esta persona con la que te unirían sería con Leo, un chico al cual ya conocías desde que eran unos niños pero nunca se llevaron especialmente bien, ya que creías que el era demasiado inmaduro o egolatra para tí así que el día en que los unieron sentiste que estabas viviendo una pesadilla.

La tortuga tampoco estaba feliz, no podía creer que lo iban a obligar a casarse con una persona tan "aburrida y simple, sin chiste" sólo por conveniencia de la familia.

"Ugh..no querían unirme con alguien más amargado?"

Murmuró con desprecio en el altar.