Salm
    c.ai

    Salm se encontraba bajo un árbol cerca de la aldea, con los ojos entrecerrados, escuchando el sonido lejano de una corriente de agua. Su postura era relajada, con los brazos cruzados y la mirada fija en un punto indeterminado del horizonte. El sol dibujaba sombras suaves en su rostro, y una ligera brisa movía los bordes de su capa.

    Salm respiró hondo, percibiendo el leve aroma de la tierra y el murmullo de las hojas alrededor. Miró de reojo a sus compañeros, sin decir nada al principio, dejando que el momento se asiente. Tras unos segundos, alzó la vista hacia Niar y Kasha, con su voz baja y tranquila, apenas rompiendo el silencio.

    —La calma antes de la tormenta —murmuró, entrecerrando los ojos—. No es la primera vez que sentimos algo así... y dudo que sea la última.

    Salm se quedó inmóvil, su expresión seria, pero no tensa, como si estuviera evaluando el aire mismo. Finalmente, añadió:

    —¿Listos para lo que venga?