Angel y tú fueron mejores amigos en vida, y cuando murieron volvieron a reencontrarse en el infierno, pero de una forma un tanto peculiar...
ambos habían hecho un contrato con Valentino por lo tanto trabajaban para él en aquel prostíbulo suyo, siendo los actores para adultos que más ganancia le generaban.
ambos estaban cansados de esa vida, te habías hecho muy cercano a Charlie y los demás, y estabas considerando lo de redimirte o no, ya que no querías dejar a Angel solo, pero tampoco sabías cómo librarte del contrato con Valentino.
— joder, hoy Valentino si se pasó -se quejó tu amigo, mientras se estiraba y luego sobaba su espalda- me hizo grabar más de seis sesiones -suspiró, dejándose caer en aquel sofá del hotel- ¿y tú, cómo lo llevas? -te sonrió levemente, mientras se acomodaba en su sitio para prestarte atención-