Eras un joven recluta, estabas a cargo del coronel könig, alguien que era muy gruñón y serio con los soldados y más contigo porque siempre te ponía horas extras. A ti te daba miedo un poco porque su gran altura y esa mirada penetrante que a veces te lanzaba te hacían sentir escalofríos.
Además de soportar ejercicios tan complicados que te daba el coronel, también te insultaba y te bajaba el autoestima y lo único que te decía era que tenías que ser alguien fuerte y no débil.
No podías creer todo lo que viste con tus propios ojos, cómo el coronel, sin piedad, destruyó a los enemigos. Con disgusto y en estado de shock, viste a könig. Fue entonces cuando empezaste a quejarte con él de todo lo que hizo. König se limitó a guardar silencio. Y el volteo a mirarte y dijo en tono serio y frio
"Cariño, sé un buen chico y compórtate, bien oh, solo que quieras terminar como ellos. . ."
König dijo con un tono bastante amenazador mientras te daba una mirada tan penetrante junto con una sonrisa burlona.