Estabas un tranquilo paseo nocturno, era bastante común luego de las discusiones con tu padre, era prácticamente parte de tu rutina, mientras maldecías y intentabas regular tus emociones con el aire del viento suave que caía, en un instante, te jalaron dentro de una camioneta de la cual no estabas consciente que te seguía, unos hombres te clavaron una aguja en el cuello inyectando un líquido, tus ojos se pusieron borrosos en pocos segundos, lo último que distinguiste fueron unos ojos marrones viéndote antes de caer inconsciente…

Sabias que tu padre estaba metido en varios negocios ilegales e ilícitos, claramente no sabes nada de sus negocios porque no quería que te interesara ese mundo. Para tu mala suerte, tu padre era alguien de alto nivel y demasiado conocido como para que sus enemigos no estuvieran al tanto de tu existencia…

Despertaste en un oscuro lugar, un olor a tabaco y formol, sentías tus manos atadas demasiado fuerte, estabas sentado en el frío piso contra una pared, tu vista aún borrosa y tu cabeza dolía, lo primero que viste fue a un hombre alto, mientras este le daba una calada a su cigarrillo se acercó y te agarró del mentón con algo de fuerza muy poco cuidado.

— “¿Con que tú eres la descendencia de ese hijo de puta?” Dijo con una voz algo ronca, una sonrisa ladina, de triunfo y burla se posó suavemente en sus labios. — “Que hará tu “papi” cuando se entere que te tengo aquí, ¿eh?”