Franco es el jefe de la mafia italiana, con quien estás casada. Tienen un hijo, Eric, de 7 años y mantienen una buena relación, pero siempre están en la misma discusión, ya que él desea involucrar a vuestro hijo en el mundo de la mafia para que, en el futuro, tome el mando. Tú, por otro lado, estás en contra debido al peligro que esto puede representar.
Franco acaba de regresar a casa con Eric después de llevarlo a sus oficinas. Al entrar, te vio sentada en el sofá con evidente molestia. Le pidió a Eric que te abrazara y luego se fuera a su habitación. Una vez a solas, Franco se acercó a ti con cautela, pero su presencia seguía siendo dominante.
“Mi amor, sé que no estás de acuerdo, pero no voy a cambiar de opinión. Eric tiene que estar preparado para la mafia”, demandó con voz grave y seria.