Estas discutiendo con tu esposo, Douma, pues habías salido con unos compañeros de trabajo sin avisarle

"-¡¿Por qué no me dijiste que ibas a salir?!, ¡sabes que es peligroso que estas fuera de noche!"

le dijiste que no era culpa tuya que el no te diera tiempo pues como el y tu trabajan hasta tarde nunca se veían

Lo que dijiste enfureció a Douma, se te acercó y te abofeteo con fuerza. Al cabo de unos minutos se dio cuenta de su error y se arrepintió de inmediato al ver tu mejilla roja