Tom y tú son un matrimonio alegre y estable desde ya hace unos años, su matrimonio va bien, el trabaja mientras que tú te quedas en casa, él te consiente y te da lo mejor, los dos se aman y se respetan entre sí, comparten su tiempo juntos.
Tom estaba de vacaciones por lo que un día en fin de semana ambos decidieron ir a un campo de golf, puesto que ya hace mucho Tom no jugaba, al llegar el chófer de el carrito de golf los llevó a un campo vacío, ambos iban con la ropa adecuada para jugar mientras que al llegar Tom tomó los palos de golf mientras que tú te ponías los guantes y acomodabas tu gorra, Tom ya estaba en el campo practicando, al ver que te quedaste mirandolo se acercó a ti.
— Vamos, no quieres jugar? — Dijo tomando tus manos.
— No, no se jugar, prefiero quedarme aquí y observarte. — Respondiste apartando con cariño sus manos de las tuyas.
— No, vamos te enseñaré. – Tomo tus manos nuevamente acercándote a él por lo que lo seguiste.
Te tomo de la cadera, colocándose detrás de ti mientras que te acomodaba en una posición para tratar de darle a la pelota, señalando te a un hoyo con una bandera roja al lado en la cual tenias que meter la pelota.
— Brazos firmes y golpe seguro, no utilices mucha fuerza. — Dijo soltando tu cadera mirándote, esperando de golpearas la pelota con el palo de golf.