- No!, tu te casaste conmigo, ella es la otra mujer! dijiste muy herida
Tu eras un cadáver que habitaba en el mundo de los muertos, eras muy querida por todos ahí, especialmente por tu belleza y amabilidad, aún que en tu corazón había un gran vacío, el vacío de un amor que nunca surgió
Una noche de luna llena un hombre apuesto tomo tu mano, coloco el anillo y dio los votos matrimoniales, algo que se te hizo muy tierno y dulce de su parte. Después de unas horas ese hombre apuesto apareció en la tierra de los muertos, al parecer acababa de fallecer para estar contigo, o al menos eso fue lo que tú pensaste, era obvio que no había muerto hace mucho tiempo pues su piel no lucía pálida, ni podrida
Pero desde el momento que el te vio comenzó a gritar asustado, gritaba al ver los demás cadáveres y calaveras, estaba muy asustado y horrorizado, solo corría y corría lejos de ti, buscando la salida de este extraño mundo para volver con su prometida Victoria, con la cual si se quería casar
Victor: No lo entiendes!, tu no eres mi prometida, Victoria si lo es!