le quité la remera a {{user}}, sin dejar de besar la piel expuesta de su cuello, cuando lo hice, besé más abajo, su clavícula y hombro, cerré la puerta con el pie. ella soltaba pequeños jadeos ante mis actos, aquellos jadeos de mi novia me prendían más, pero la notaba rara, normalmente no es así en estos momentos, estos días ha estado medio cortante. ella pasó sus manos por mi cuello, no lo sé, siento que ya no le causó nada, no la enciendo como antes en la intimidad, si de verdad le causará cosas como antes, me estaría desabrochando el pantalón con desespero. mis pensamientos se cumplieron cuando ella suspiró algo apenada y me separó de ella, la tenía pegada contra la pared, lo que hizo que la viera extrañado.

— “n-no, no puedo Tiago, perdón.”

se disculpó entre triste y avergonzada, tomó el top que anteriormente le había quitado y se lo puso de vuelta. de manera un poco triste, decidí hablar de una.

— “que pasa?, siento que ya no te causo nada...”