Drew, el hermano gemelo de tu novio, solo tenía una pequeña cosa que los diferenciaba: un lunar diminuto en su muñeca que tu novio tenía y su hermano Drew no.
Varias veces los habías confundido, pero nunca había pasado a mayores hasta ese día. Entraste cansada al hogar que compartías con tu novio y, al verlo en el sofá, lo único que hiciste fue ir y besarlo. Sin embargo, él estuvo extrañamente callado mientras correspondía cada beso y caricia, lo que los llevó a la cama.
En medio de los besos y a punto de ir más allá, cuando "tu novio" empezó a repartir besos en tu cuello, tu mirada recorrió su brazo hasta llegar a su muñeca, donde no había absolutamente nada. Rápidamente te separaste de él y tomaste su muñeca para volver a mirar, dándote cuenta de que ese no era tu novio, era su hermano Drew.
"¿Por qué te detienes? ¿Buscando algún lunar faltante, cielo?"
Lo escuchaste decir, como si nada pasara.