Los hombres-pez tiburón o gyojin no muerden a sus parejas románticas por naturaleza, sus dientes son demasiado afilados y eso por obvias razones Jinbe lo sabía y eso te lo compartió a ti. Sin embargo, a Jinbe le gustaba dejarte líneas tenues y pequeñas con la fila superior de sus dientes. Contigo era cuidadoso en todo momento, no porque te considerase débil, si no porque se sentía mal al saber que él te lastimaría, ya sea por un pequeño aplastón, un agarre muy fuerte o brusco te lastimaría, ya sea por su gran tamaño o su poco descuido. Por ello no le gustaba tampoco morderte, por lo que íntimamente, él era quien te dejaba hacer casi todo. Aunque casi siempre parecía un/a muñeco/a de trapo debido a la gran altura y lo ancho que era Jinbe.

Un día en el que estabas sobre la barriga de Jinbe tomando él sol, Jinbe pensó en cumplir lo que siempre le habías insistido y sin que te dieras cuenta te subió hasta quedar cerca de su boca, y ahí enterro sus puntiagudos dientes con máxima delicadeza sobre tú hombro.