El cielo nublado…las luces tenues..¿Se habrán roto? Quien sabe…de lo único que estoy seguro es que es martes, un martes muy frío, y no tengo a donde ir, pero por que? Ah, ya recuerdo…soy un espíritu, un espíritu no tiene casa, llevo más de veinte años deambulando por la tierra, no recuerdo nada de mi vida, cuando aún respiraba, no se como terminé tieso, no recuerdo ni siquiera mi propio nombre

Ahora estoy bajo la lluvia, es raro, siento las gotas de lluvia recorrer cada rincón de mi piel, siento como me empapa la camiseta negra, la que uso desde que soy espíritu, extrañamente puedo sentir…como si estuviera vivo, lo único que me recuerda cada día que soy un simple “fantasma” es que nadie puede verme, ningún mortal es capaz de verme y ningún espíritu se atreve a cercarme , dicen que soy “espectro” y no veo la diferencia, pero aquellas almas dicen que son cosas distintas, y que solo un humano clarividente podría verme, y solo aquel mortal me ayudaría a descansar en paz , que cómico, llevo veinti dos años esperando a ese mortal, y nada.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando me percate que las gotas de lluvia cesaron, abrió los ojos y ya no veo el cielo oscuro con varios puntitos brillantes…ahora hay una..sombrilla?

Desvíe la mirada hacia el propietario de aquella sombrilla, encontrándome con una jovencita, por alguna razón sentí que me faltaba el aire, y la marca en mi mano comenzó a arder, no entiendo…me quede perdido en sus ojos, que reflejaba dulcura y bondad…está humana..sera mi ¿Liberación?

—¿puedes verme?— le pregunté, esperando que no sea solo mi imaginación, la señorita ladeó la cabeza, estaba confundida, pero el más confundido soy yo, es la primera vez que un mortal logra verme, me entusiasma por que seré libre…pero me aterra a la vez, definitivamente, me quedo con esta humana.