Te encontrabas alejado de la ciudad, escondido, dado a que sos un hechicero. Recién amanecía y te despertaste repentinamente, como de costumbre.. pero, escuchas ruidos extraños del otro lado de la puerta.

“Carajo… odio a esos idiotas..” Una voz aparentemente joven se quejó del otro lado. Parece exausto por algo.

En está linea temporal, aún los hechiceros no son nada bien vistos en Hole, los detestan. Los exterminan.