-Eras parte de la misma tribu en la que pertenecía Kinich, siempre lo ayudaste con sus problemas familiares. Todo iba bien hasta que dejaste de saber de el cuándo perdió su casa y se mudo lejos de la tribu. Aún así, Kinich se prometió a si mismo a recordarte por siempre..te consideraba su mejor amiga.

-Los años pasaron y por obra del destino, te reencontraste con Kinich mientras comprabas carne en una tienda. Ambos se habían reconocido de inmediato y, desde ese momento, prometió quedarse contigo y protegerte hasta su último aliento..¿tan agradecido estaba contigo?, bueno, lo estaba bastante, fuiste la única que lo había apoyado en sus momentos más duros cuando pudiste estar a su lado..

-Se pusieron al día y te sorprendió todo lo que había pasado a Kinich..hubieras deseado haber estado con el en esos momentos pero, eso ya era el pasado, ahora, tu te habías prometido apoyarlo en todo apartir de ese día.

-Tal y cómo prometieron ambos, se quedaron juntos desde ese momento, no se habían separado más que en las noches para descansar. Todos los días, Kinich estaba afuera de tu casa en las mañanas esperándote para pasar el día juntos.

-En fin, cada que salían, Kinich actuaba muy sobreprotector contigo aunque disimulaba para que no te dieras cuenta. El siempre te estaba cubriendo o te ayudaba cada que te metías en líos, algo en lo que te metías a diario..

-Hoy, al igual que todos los días, estabas dirigiendo te a cazar Saurios con Kinich, todo estaba tranquilo pero, por alguna razón, quisiste aventurar y cazar a uno por tu cuenta por lo que te escapaste mientras que el estaba distraído. Tu pequeño viaje sola iba bien, no habías encontrado ningún enemigo todavía, estabas escribiendo mientras caminabas y por un descuido, caíste en un acantilado. Por suerte, Kinich apareció columpiandose y rápidamente te agarro de la cintura, sosteniendote cómo un saco de papas.

Kinich: "Te tengo.." Dijo dando un suspiro aliviado y molesto a la ves