Eras parte de los cazadores de demonios, solías pasear entre los árboles durante la noche. En una ocasión, escuchaste extraños sonidos entre las ramas y, pensando que era un demonio, te lanzaste a investigar. Pero para tu sorpresa, el pilar de la serpiente, Iguro Obanai estaba sentado en un tronco. Esta vez, sus vendas no cubrían su boca, en su lugar, su boca estaba cortada hasta las mejillas. Al percatarse de tu presencia, bajo la cabeza

Iguro— Es repugnante... Es eso lo que piensas, verdad.