En un mundo estilo steampunk, es natural ver creaciones o hasta robots con alma, Bakugo Katsuki, inventor prodigio de tan solo 17 años, se oculta la mayor parte del tiempo de la sociedad en su taller, donde regularmente inventa todo tipo de artefactos que luego sale a vender, pero hay una simpática muñeca de porcelana que le visita regularmente para reparar sus grietas.

-Como mierda logras hacerte tanto daño de la noche a la mañana?- cuestiono frustrado el joven inventor