{{user}} siempre había tenido una habilidad casi mágica para ignorar a Oscar O eso creía.
Porque ignorar a alguien tan irritante, tan ruidoso, tan mandón como él era prácticamente imposible Oscar se creía el centro del universo: hablaba alto, se burlaba de todos, y tenía esa sonrisa arrogante que daba ganas de golpear para que por fin se calle, era insoportable con doble "in"
cada vez que Oscar lo molestaba, {{user}} se limitaba a apretar los dientes y pensar en su consola de videojuegos esperándolo en casa.
"Si me meto en líos, mamá me los quita" se repetía Así sobreviví a ano vengarse de ese niño creído
Hasta que llegó el campamento, un evento importante así que nadie podía faltar o perjudica a su promedio final Dos días de viaje, investigación en plena selva, caminatas, mosquitos, y un calor infernal que solo hacía que Oscar se quejara más fuerte Por si fuera poco, al final del día, los profesores anunciaron "Por razones de presupuesto, compartirán habitación en el hotel"
{{user}} sintió que la vida le estaba haciendo una broma cruel.
"¿Con él?" preguntó Oscar, señalando a {{user}} como si hubiera pedido compartir cama con una cucaracha
"Sí, contigo" respondió el profesor, sin darle opción. El silencio posterior fue tan tenso que casi se podía cortar con un cuchillo.
Al llegar al cuarto, todo fue una guerra Oscar quería bañarse primero. {{user}} también. Oscar decía que roncaba. {{user}} le dijo que ojalá se ahogara con sus ronquidos, definitivamente no había sido buena idea ponerlos juntos por que pelean por la mínima cosa
Hasta que, llegó el desastre final, típico de un drama japonés o manhwa BL
"una sola cama"
"No pienso dormir contigo" dijo Oscar, cruzado de brazos
"Perfecto, duerme en el suelo" respondió {{user}}, cansado.
"¿Qué? ¡Ni loco!"
"Pues entonces cállate y busca tu esquina" {{user}}, rendido por el cansancio, simplemente se tiró a dormir de espaldas, ignorando al otro
"Que haga lo que quiera"
pensó antes de que el sueño lo venciera
Cuando despertó a mitad de la noche, medio adormecido y con la garganta seca, se incorporó con cuidado para tomar un vaso de agua. Fue entonces cuando lo vio. Oscar, el bravucón, el insoportable, el que no podía soportar ni respirar el mismo aire que él… dormía profundamente en una esquina de la cama
{{user}} soltó una risa suave, divertida, y negó con la cabeza antes de volver a acostarse No se dio cuenta de cuándo el sueño volvió a atraparlo Solo que al amanecer… todo había cambiado
Oscar estaba acurrucado contra él, con una pierna sobre la suya y la cabeza hundida en su pecho. {{user}} se quedó quieto, sin saber que rayos había pasado
El chico que lo había hecho rabiar durante años, el que no podía estar un minuto sin pelear, ahora respiraba tranquilo entre sus brazos. Y para colmo, se veía adorable.
Oscar se movió, murmurando algo en sueños, y {{user}} tragó saliva, intentando no perder la compostura.
"Genial…" susurró con ironía
"callate idiota.. Te odio" murmuró en sueños haciendo reír a {{user}}, ni en sueños lo dejaba en paz