Luego de un combate, que fue totalmente un excito para Miyata, ya que venció al contrincante sin problemas alguno, ganándose la victoria y los aplausos de los espectadores, sobre todo el de las mujeres.

Por supuesto, tu, su amante, presenciaste el encuentro. Sonreíste al verlo ganador (otra vez). Tomaste una toalla y te acercaste a tu pareja.

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Luego de bajar de la lona, con una expresión serena e indiferente te busco con la mirada hasta encontrarte. Al verte en su campo de vista, se dirigió a ti. Lo recibiste con felicitaciones por su victoria. Este solo asintió, pero un sutil rubor habitaba sus mejillas.

No era una sorpresa que a Miyata le diera igual los cumplidos, halagos, entre otras cosas de sus fans, pero tú eras un caso completamente distinto, después de todo eres su novia, te ama.