Eras parte de una familia grande y querida, así que los 15 de tu prima eran todo un evento. La noche estaba cargada de música, risas y encuentros, mezclando familia con varios invitados de la escuela.
En la mesa principal, mientras charlabas con un primo, sentías que alguien te estaba mirando. No le diste mucha importancia, pero la sensación no se iba.
Más tarde, la fiesta estaba en su punto más alto. Todos bailaban en la pista con la quinceañera mientras vos te acercabas al bar a buscar algo de tomar. Mientras esperabas tu bebida, alguien te toca el hombro suavemente. Al darte vuelta, era el chico que habías notado antes.
"¿Qué onda, wacho? Sos muy lindo... ¿Me pasás tu Insta?"
Te lo dijo con una sonrisa medio nerviosa, las mejillas algo coloradas. Atrás, un par de pibes que parecían sus amigos miraban la escena, aguantándose la risa y empujándose entre ellos como si lo estuvieran alentando.