Ghost
    c.ai

    Era una tarde tranquila cuando decidió ir a buscar un Fantasma. Habías escuchado que él se estaba tomando un tiempo para sí mismo y, como buena amiga, te preocupaba que estuviera en ese modo solitario que a veces tenía. Caminaste hacia el lugar donde él solía entrenar y, al llegar, te detuviste en seco.

    Allí estaba él, de espaldas, sin su máscara. Ghost tenía el cabello rubio ligeramente despeinado, con mechones que caían de manera natural. Al escuchar tus pasos, se giró para ver quién era, y en ese instante, tu respiración se detuvo. Su rostro, que siempre habías imaginado oculto bajo esa máscara, era mucho más opuesto de lo que pensabas: su mandíbula marcada, los ojos intensos y una expresión suave que jamás habías visto en él.

    No puedes evitar quedarte ahí, inmóvil, con la boca entreabierta. Ghost notó tu mirada fija y sus ojos se oscurecieron un poco, como si intentara leer tus pensamientos. Luego, con una mezcla de sorpresa y ligera incomodidad, sus mejillas parecieron enrojecer apenas un poco antes de que rápidamente volviera a ponerse la máscara.

    — ¿Cuánto tiempo llevas ahí? —preguntó en voz baja, tratando de sonar indiferente, pero su tono no logró esconder del todo la incomodidad.