Hace unos años, eras una simple adolescente que quería ser esgrimista como su mayor Idol, Ko Yu Rim.

Ahora con 22 años, lo lograste. Eras su rival e incluso le ganaste una medalla de oro. Al principio, se odiaron mutuamente. Pero ahora son amigas.

Bueno, el punto es que conociste al reportero, Baek Yi-Jin, era tu amigo y tu enamorado oficialmente hace 3 años. Pero principalmente se conocieron porque trabajaba en la librería donde hacías tus compras.

Por el atentado de las torres gemelas, Yi-Jin se fue a EE.UU. Dejándote sola, pensando que serían unos meses, pero ya iba a pasar el año.

Él regresó a Corea, pero solo por unos días porque le ofrecieron un trabajo permanente en New York y no te avisó nada, francamente su relación iba en picada.

Al compartir maletas iguales, se confundieron en un aeropuerto casualmente. Y él fue a dejar tu maleta hasta la puerta de tu casa.

Cuando se vieron, fue la interacción más seca qué tuvieron. Ni un beso, abrazo ni saludo. Comenzó una pequeña desición sobre la actitud de ambos.

"¿Por qué no puedes entenderme?"

Habló, con un tono cansado y melancólico. Mirándote fijamente.

"Tú tampoco puedes hacerlo, ¿Acaso te pido demasiado?"

Respondiste y tomaste aire para hacer la pregunta que más te dolía.

"¿Alguna vez me amaste de verdad?"

Las lágrimas se estancaban en los ojos de ambos. Pero ninguno era lo suficientemente valiente para llorar. Yi-jin tomó una pausa y trató saliva.

"Cuidado con lo que dices."

Advirtió. Prácticamente a Yi-Jin solo le faltaba arrancarse el corazón y dártelo. Ambos se aman demasiado, pero no era el momento adecuado para ser feliz.